El proyecto inicial para una torre de oficinas y una estación de metro fue diseñado por el Fondo de Desarrollo de la Fundación Andrés Bello de la Universidad Central de Venezuela (UCV) para servir como Torre Corporativa del Metro de Caracas. En 2003 se adjudicó una parcela para el proyecto cerca de Plaza Venezuela donde se encuentran muchas oficinas y otros lugares importantes. En julio de 2005, el proyecto con más de 18 millones de dólares invertidos en la construcción.
Los planes para la torre incluyeron una altura de 16 pisos, así como tener 5 niveles de sótano. Los niveles incluirían una salida para la estación de Zona Rental donde se encontraba el punto de encuentro de las principales arterias del Metro de Caracas; Líneas L1, L3 y L4. Los niveles del sótano también tenían espacio para aproximadamente 100 espacios de estacionamiento. La fecha de finalización prevista fue en 2008 aunque el uso de la torre por el Metro de Caracas nunca se realizó.
Sede de SEBIN
El Servicio de Inteligencia Bolivariano (SEBIN) eventualmente hizo de la torre su sede después de la reestructuración de la agencia en 2013. La torre fue entonces apodada “La Tumba” por funcionarios del gobierno venezolano ya que muchos presos políticos fueron retenidos allí por el gobierno después de las protestas venezolanas entre 2014 y 2016.
Planta de detención subterránea “La Tumba”
El centro de detención subterráneo está ubicado donde se ubicaría el sótano del Metro Caracas. Las celdas son de dos por tres metros, tienen una cama de cemento, paredes blancas, cámaras de seguridad, sin ventanas y puertas con barrotes, cada celda alineada una al lado de la otra para que no haya interacciones entre prisioneros. Estas condiciones han hecho que los presos se enfermen.
Las luces brillantes en las celdas se mantienen encendidas para que los prisioneros pierdan el sentido del tiempo y los únicos sonidos que oyen son de vehículos que transitan cercanos al Metro Caracas. Aquellos que visitan a los prisioneros son sometidos a humillantes requisas por parte de funcionarios del SEBIN.
Las denuncias de tortura en “La Tumba”, especialmente la tortura blanca, son comunes y esto ha llevado a algunos prisioneros a intentar suicidarse.
Tales condiciones -según algunas ONG’s- se utilizan para obligar a los prisioneros a declararse culpables de los delitos de los que son acusados.