A pesar de que América Latina es la región del mundo donde la situación de los [presos políticos] es más preocupante, las organizaciones regionales no han elaborado una definición de preso político que unifique las distintas opiniones sobre el tema.
Sin embargo, en 2001 el Consejo de Europa, al cual está vinculado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, abordó el tema y definió que es considerado [preso político] “aquella persona privada de su libertad, si su detención ha sido realizada en violación de alguna de sus garantías fundamentales establecidas en la Convención Europea de Derechos Humanos y sus siguientes Protocolos, en particular la libertad de pensamiento, conciencia y religión, libertad de expresión e información, libertad de reunión y de asociación; si su detención ha sido realizada por razones puramente políticas sin relación a delito alguno; si, por motivos políticos, la duración de dicha detención o sus condiciones son claramente desproporcionadas en comparación al delito por el cual se ha condenado a la persona, o el cual se le ha imputado; si, por razones políticas, la persona ha sido detenida de forma discriminatoria en comparación con otros individuos; o, si la detención es el resultado de procedimientos evidentemente injustos, en conexión con motivaciones políticas de las autoridades.”
Por su lado, Amnistía Internacional considera que un [preso de conciencia] es “toda persona encarcelada o sometida a otras restricciones físicas por sus convicciones políticas, religiosas o cualquier otro motivo de conciencia, así como por su origen étnico, sexo, color, idioma, origen nacional o social, situación económica, nacimiento, orientación sexual u otras circunstancias, siempre que esa persona no haya recurrido a la violencia ni propugnado su uso.”
La Asociación para la Asistencia a Prisioneros Politicos en Burma, define a los [presos políticos] como “cualquier persona arrestada debido a su presunta o real participación o apoyo a movimientos de oposición con fines pacíficos o de resistencia. La motivación detrás del arresto es política, independientemente de las leyes bajo las cuales el individuo ha sido sentenciado.”
El Foro Penal Venezolano dice que un [preso político] “es la persona a la cual el Estado mantiene bajo arresto porque sus ideales suponen una amenaza para el sistema político establecido.”
La falta de una definición clara, que individualice el problema de los [presos políticos], proveniente de una autoridad internacional, dificulta la importante tarea de establecer un único criterio sobre quién es un [prisionero político]. Sin un consenso tal, las listas de [presos políticos] inevitablemente varían de organización en organización, impidiendo realizar un trabajo organizado que logre combatir estas injustas privaciones de libertad.
Fuentes consultadas:
Asociación para la Asistencia a Prisioneros Políticos en Burma
Trabajo realizado por Andrea Black Brening